Las organizaciones a nivel mundial y en América Latina están migrando hacia la nube para ganar ventajas competitivas en torno a la velocidad, agilidad y flexibilidad, de acuerdo con la Encuesta 2013 sobre Costos Ocultos de la Nube de Symantec Corp. De hecho, la encuesta reveló que más de 90% de todas las organizaciones de América Latina están, al menos, debatiendo sobre la nube (el año anterior era solo 75%).
Otros resultados de la encuesta arrojaron que las grandes empresas y las PyME están experimentando un incremento de los costos asociados al uso de nubes no autorizadas, procesos de respaldo y recuperación complejos, así como un almacenamiento ineficaz en la nube. Las nubes no autorizadas se definen como aquellas que no están gestionadas o integradas en la infraestructura de TI(Ciclo de vida del consumo) de la empresa y que, generalmente, son implementadas por diversos grupos dentro de la organización.
Dado que la computación en nube no permite a los usuarios
poseer físicamente los dispositivos de almacenamiento de sus datos (con la
excepción de la posibilidad de copiar los datos a un dispositivo de
almacenamiento externo, como una unidad flash USB o un disco duro), deja la
responsabilidad del almacenamiento de datos y su control en manos del
proveedor.
La computación en nube ha sido criticada por limitar la
libertad de los usuarios y hacerlos dependientes del proveedor de servicios.13
Algunos críticos afirman que sólo es posible usar las aplicaciones y servicios
que el proveedor esté dispuesto a ofrecer. Así, The Times compara la
computación en nube con los sistemas centralizados de los años 50 y 60, en los
que los usuarios se conectaban a través de terminales "gregarios" con
ordenadores centrales. Generalmente, los usuarios no tenían libertad para
instalar nuevas aplicaciones, y necesitaban la aprobación de administradores
para desempeñar determinadas tareas. En suma, se limitaba tanto la libertad
como la creatividad. El Times argumenta que la computación en nube es un
retorno a esa época y numerosos expertos respaldan la teoría.
De forma similar, Richard Stallman, fundador de la Free Software
Foundation, cree que la computación en nube pone en peligro las libertades de
los usuarios, porque éstos dejan su privacidad y datos personales en manos de
terceros. Ha afirmado que la computación en nube es "simplemente una
trampa destinada a obligar a más gente a adquirir sistemas propietarios,
bloqueados, que les costarán cada vez más conforme pase el tiempo".
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